La palabra contaduría tiene al menos dos significados, uno referido a la carrera ejercida por un contador y el otro al espacio en el que éste realiza su trabajo.
Mientras que el contador es aquel cuya labor está basada en el ejercicio de la contabilidad, la cual es una rama científica encargada de producir datos que son indispensables en la toma de decisiones relacionadas con el área económica.
En ese sentido, es viable comprender la definición de contaduría de diferentes formas. Por ejemplo, en ciertos contextos hablar de contaduría sería lo mismo que hacerlo de contabilidad, pues ésta es la disciplina dedicada a la recopilación, análisis, generación y transmisión de conocimientos relacionados con la actividad económica o financiera.
Por otro lado, el término contaduría también puede ser empleado para hacer mención del espacio físico, despacho u oficina, en el que personas formadas en el área se encargan de llevar las cuentas de un organismo. Visto de ese modo, la contaduría es el sitio de encuentro de los contadores.
Es válido afirmar que, ya sea por una razón u otra, que el inicio de cualquier empresa, en cualquiera que sea su ramo, debe contemplar con personal que se responsabilice por la contaduría, pues, entre otras funciones, tiene el objetivo de determinar, con base en sus cuentas, si el negocio es rentable o vale la pena pensar en otra inversión.
En ese orden de ideas, desde el pequeño hasta el gran emprendedor utiliza los principios de la contaduría, ya sea de manera formal o informal, en el registro de sus gastos e ingresos, para así poder tener una noción clara de hacia dónde está orientada la compañía: si al éxito o al fracaso.