Se le llama diálogo interior al acto en el que una persona, estando en estado de relajación, entabla una conversación consigo mismo, con el fin de revisar sus errores, defectos, virtudes y habilidades. Por lo general, el diálogo interior es uno de los procesos que ocurren durante la introspección, y sirve para analizar, haciendo uso de la conciencia moral, las actitudes que se mantienen día a día. Las conversaciones internas pueden ser tanto positivas como negativa, y se estima que un individuo pasa alrededor de 14 horas diarias dedicado a hablar consigo mismo. De igual forma, se dice que el 80% de ese tiempo, es el reproche el que domina los pensamientos de la persona.
Todos los seres humanos, debido a que tienen la capacidad de pensar, reflexionar y deliberar, experimentan el diálogo interno. Esto le ayuda a emprender un camino de autoconocimiento, con el fin de mejorar las características de su personalidad. Este significa uno de los precedentes a la introspección, aquella práctica en la que una persona se dedica a poner en práctica tanto el diálogo interior, como otras actitudes que e pueda ayudar a dar con esas cualidades y defectos que posee. Cabe destacar, esto puede ser tanto positivo como negativo para su ser. En caso de ser positivo, es posible que esto le motive a empezar nuevos proyectos o se interese por añadir nuevas aventuras a su lista.
Cuando un sujeto presenta un diálogo interno negativo, es posible que esto baje su autoestima y le produzca inseguridades sobre temas irreales o que son poco probables a ocurrir. Por ello, se recomienda que el diálogo se realice de forma consciente, de forma que los comentarios negativos sean eliminados inmediatamente.