Montaña

La palabra montaña hace referencia a elevación importante de tierra, cuya característica predominante es que posee forma cono o pico.
Por lo general, las montañas se forman como consecuencia directa de movimientos tectónicos y el vulcanismo. Los ríos, las condiciones climatológicas y los glaciares inciden de manera importante en la erosión de las formaciones montañosas.
Con mayor frecuencia, las montañas forman parte de cordilleras, no obstante, hay algunos casos alrededor del mundo, en los que éstas surgieron de manera aislada.
Con una altura que alcanza los 8.848 metros sobre el nivel del mar, el Monte Everest es la montaña más elevada de todo el planeta Tierra. Su ubicación exacta es la cordillera del Himalaya, localizada en el continente asiático.
No obstante, haciendo uso de la exploración espacial, se ha determinado que existen montañas de mayor altura en otros mundos integrantes del sistema Solar, de las que la más alta es el Monte Olimpo, situado en Marte y cuya elevación asciende a los 21.171 metros.
Es importante resaltar que las montañas de mayor altura generalmente ascienden hasta los estratos más fríos de la atmósfera terrestre, por lo que en ellas ocurren una permanente erosión y glaciación.

En las cimas de este tipo de elevaciones montañosas es muy poco común encontrar alguna forma de vida, precisamente por las condiciones extremas que les son características.
Asimismo, dado ese mismo contexto, no es muy frecuente que existan establecimientos humanos en las altas montañas y eso se debe a la baja presión atmosférica que predomina en el ambiente, causal de una importante reducción del oxígeno del que se dispone para respirar, amén de que a esa altura el hombre queda más expuesto a la radiación del Sol.