Reciprocidad

El término reciprocidad proviene del latín recíprocas y significa corresponder de manera mutua a una persona o una cosa con otra. Es decir, es aquello que se hace como forma de compensación, devolución o restitución de algo dado.

Este término cabe perfectamente en la frase que dice “hoy por ti, mañana por mí” dado que implica hacer por el otro lo que el otro hizo por ti. Es por ello que suele vincularse a la solidaridad y hospitalidad.
En la psicología, también se estudia a fondo la reciprocidad, ya que es que en base a ella que se establecen una serie de relaciones e interacciones sociales y personales muy importantes. Como por ejemplo, es aquella ciencia que coinciden en recalcar que cualquier persona es más afectuosa y le tiene más cariño a aquella otra que le ha demostrado su amor y simpatía.
Asimismo, esta regla lleva a que las personas tengan la tendencia de contar aspectos de sus vida más íntima a quienes también han hecho alguna confesión personal. Además, también supone que en cualquier negociación comercial, se tienda a ceder ante quienes también lo han hecho.
La reciprocidad, suele implementarse además para hacer mención a lo que va y viene o que tiene ida y vuelta. Es por ello que se puede decir que la reciprocidad es de voces, ejemplo de ello, puede ser el caso de un debate.
Por otro lado en la ética, existe un elemento fundamental que hace uso del término reciprocidad y es exactamente a la llamada Ética de la reciprocidad, que tiene su origen en la Antigua Grecia y concretamente en figuras tales como el filósofo Epicuro. Su objetivo es conseguir la felicidad de la generalidad, se hace necesario el tener que minimizar los daños que se puedan causar.